- El Cáliz se pagó a Ferrando de Sepúlveda, orfebre argentero de la corte y a un misterioso maestro Robert, que realizó los esmaltes
- Coartada: el Oidor dice que estaba en la iglesia de San Cernin hablando con el párroco y un amigo suyo cuando ocurrió el robo
- El Oidor sabe mejor que nadie lo valioso que es ese Cáliz